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domingo, 17 de noviembre de 2013

Mi derecho a las letras.

El estado de Oaxaca se jacta, por mucho, de ser una entidad cultural. Sabemos de sobra las manifestaciones que se dan en torno a lo endémico, a la tradición, las lenguas y sus variantes, costumbres y un etcétera amplio y definitivo. El último tramo del año el ambiente se torna entre frío y acogedor. No es sólo por el clima, sino porque es de sobra conocido el que las festividades de los Días de Muertos dan un toque entre místico jolgorio y misticismo regocijador. El camposanto vario vistió de gala y cantó durante más de una noche el recuerdo de los fieles difuntos. Las muestras de gratitud a las almas y a los cuerpos descarnados fueron vivas y suculentas. 

La cultura se vive y se disfruta. Este es un mes consecuente con la cultura. Justo el día 2 de noviembre se dio por inaugurada la trigésimo tercera edición de la Feria Internacional del Libro Oaxaca 2013 en donde el país invitado fue Argentina y el protagonista en los homenajes fue Joaquín Salvador Lavado, el célebre Quino. El más representativo caricaturista y humorista padre de Mafalda, y sobre este tenor quiero encaminar mi comentario. La cultura va y viene. Los teatros, recintos culturales de tradición fueron testigo del derroche de talento durante la Feria, pero también lo ha sido la calle. La Alameda de León ha sido durante algunos años sede de nuestra FILO y, tal como se esperaba, este año hubo más eventos, más invitados, mejor logística y mucho corazón. Desde el Foro Central se dio este acercamiento tan extraño y casi imposible entre los escritores y el público. Hubo desde los autores consentidos, hasta aquellos que por primera vez supimos de su obra. En amena tertulia nos contaban sus humores y temores al escribir tal o cual cuento, novela o crónica. A propósito de la fiesta de las letras, se dio pretexto para que el performance, la música, el teatro e incluso el Free Style se diera en los diversos espacios vertidos en esta Feria. ¿Cuál es la intención "torcida" de los expositores, libreros, editoriales para hacer de ésta, una Feria diferente? La respuesta se extiende en el aire. Tal como en las tiras donde Mafalda es protagonista, la lectura es diversa. El tema ronda entre la promoción y exhortación a la lectura. Las preguntas obligadas sobre los libros que significan un cambio en la vida de todos los Fulanitos de Tal se convertían en doctrina y en un punto de inspiración para la infancia y la juventud que se acercaba a los foros y las charlas de los autores. Había escritores solemnes que daban más de un consejo para tomar ese objeto temido; otros lo dejaban a la libre elección de aquél neófito de la literatura; hubo quien se atrevió a prohibir tocar un libro. 
Como sea, la lectura es un derecho. El libro es un bien tangible y una oportunidad para conocer los ángeles que se postran en la mente del escritor. Basta con abrir las primeras páginas de ese libro que está siempre a la mano, para reconocerse a sí mismo en la piel del personaje. Hablar a través de sus pensamientos. Sentir la emoción del drama y la comedia en cada paso en esa breve e intensa vida gestada desde la pluma de ese ente inspirado.
En cada recorrido en los pasillos de esta Feria, rememoro las ocasiones en que vine a parar de manera involuntaria a veces, e intimé con los que serían por siempre mis grandes amores: Romain Rolland, cuyo texto y obra llevó a la emancipación de la clase obrera francesa del siglo XX a través del teatro, otorgándoles ese derecho a saber, a descubrir su libertad y ejercerla. Me reconocí como agente creador y generador de ideas.  Romanceé con Carlota que me dio chance de escudriñar los deseos de una princesa por convertirse en emperatriz del Edén; aprendí a conocer mi estado, mi ciudad a través de la narración oral desde los cronistas locales; comprendí que de donde vengo, nacen todos los que quieren vivir. Que mis deseos y pensamientos no son perversos ni prohibidos, pues en muchas escuelas, en las familias se enseña a temer y  esconder la libertad, a no mostrarse, a morirse sin trascender. En ese libro que me sedujo en el "stand" y que tomé para oler sus letras, aprendí que hay más vergüenza en el silencio obligado que en respirar la posibilidad de expresarme.
Gracias a Ferias del Libro como la que hoy ya forma parte de la historia de las letras en Oaxaca es que he conocido personajes de la vida que le dan sentido a la mía. Es por Ferias del Libro como la que tengo en estas manos que ahora escribo y que me permite llegar a ti, (espero) fiel lector.

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domingo, 2 de diciembre de 2012

Sobre el Amor

Tiempo atrás me excusaba de decir a tiempo lo pertinente. Mis "múltiples" ocupaciones impedían que la sombra de la carne, del instinto puramente animal se apoderara de mi consciencia e hiciera estragos en la moral. Los prejuicios precedían a la incorrupta necesidad de amar, de tocar, acariciar, besar: dar... darse.
Dar.
Aprendí esa palabra en el sentido corpóreo y abstracto. Dar conlleva recibir. Si recibo doy. Si doy es para darme también. Darse es opuesto a dar. Darse es más puro, más limpio, prodigioso. Me doy cuando hablo, cuando escribo; me doy siempre que me olvidan. Me doy cuando no hay nada más que dar.

domingo, 7 de agosto de 2011

Arena, Artescénica.

Arena, Artescénica.





“Cada obra es como una figura de arena: se compone de muchos granitos, para construirlo se necesita de mucho esfuerzo, paciencia y sobre todo cuidar que una ola no se lo lleve y, si eso pasara, no importa; puedes construir lo que tu imaginación quiera una y otra vez.”

Ma. Elena Villegas Martínez.

 Cuando lo planeamos, parecía una conversación más dentro de clase. Un proyecto lejano. Una idea loca. Chavos que no sabían lo que decían. No puedo decir cuando ni cómo se echó a la mesa tal empresa. “Salir del campus”, “representar a la universidad fuera de la ciudad”, “un estreno mundial”.
Con “Las Carlotas” viene a caer la realidad. Como decimos en el teatro: la peripecia se descubre, el giro de la tuerca muestra que hemos crecido, pero que nos enfilamos hacia la evolución.

     El inicio.

Una noche de diciembre, 2010.

Escribía un artículo sobre la referencia histórica europea en plena edad media y la realidad actual en países como el nuestro. De pronto salta en la pantalla un mensaje por el mensajero instantáneo. Era Lyzda. Quería que ensayáramos. Le respondí que no teníamos un texto inmediato qué trabajar. “Pues busquemos uno y pongámonos a trabajar… ¡ya!” – respondió-. Busqué en mi librero que me rodea.
Carballido, Argüelles, García Lorca, Rascón Banda, Bertold Brecht, Edward Albee, Harold Pinter, Artaud, Pirandello; los textos seguían y aún no había uno ideal para el momento. Recordamos los dos textos de Alejandro Casona que quedaron inconclusos en semestres anteriores. Revisamos Chèjov, Strindberg, Ibsen; pero había que consultar a los demás. Les llamamos, enviamos mensajes de texto, mensajes de voz, concertamos citas cibernéticas. Poco a poco van acudiendo. Cada uno comenta. De pronto Lyzda dice: “¿Recuerdas un PDF que nos enviaste hace como un año que se llama Noticias del Imperio?”. Mitzi dice: “¿El de Carlota?”. Sí. –respondo-. Un texto difícil. Pero no es teatro. Es narrativa. Empieza el entusiasmo. “Hagamos una adaptación” es la voz que se deja “ver” a través del chat. Leamos la novela y nos vemos en 14 días, concluimos.

Una noche de enero, 2011.

Enrique pregunta si ya vamos a ensayar. A Lyzda le gusta el comentario. José Carlos pide que le actualicemos en lo acontecido en los últimos días. Samara y Malena lo regañan. Monny y Gustavo preguntan qué vamos a hacer. Jessica los pone al tanto. A todos les gusta el comentario de Jessica: claro y al grano. Vicky se disculpa por llegar tarde a la ciber-cita y dice que le va gustando la lectura. Viviana me regaña. Dice que por qué no le avisé a tiempo, pero que le entra al juego. Mi vista cae en un libro. Un nombre aparece en el lomo. Eugenio Barba. Reviso el capítulo “Laboratorio, aprender a aprender”. ¡Juego escénico! –les escribo sin tardanza- La cita para el primer ensayo queda fijada para el 10 de enero.

     El proceso.

Llego 10 minutos tarde y ya están Vicky, Samara y Enrique en la cafetería de la universidad. Me regañan. Me siento y comentamos la lectura. Van llegando poco a poco. Quedamos completos al cabo de media hora. Tomamos notas. Vamos comprendiendo el contexto en que está escrito el libro. Viene el momento de decidir el nombre del proyecto. Se llamará “Las Carlotas”, juego escénico sobre la novela Noticias del Imperio de Fernando del Paso.

Creo que he sentido justamente lo que debe sentir un bebé antes de
caminar por primera vez. Es una emoción impresionante el comenzar
de cero, partir de nada creando sólo con nuestros antecedentes en
teatro. Los personajes son nuestros y los hemos moldeado con nuestra
propia y particular visión del mundo. Son lo que queremos que sean,
hacen lo que queramos que hagan, pero se sienten solos y conforme
a sus circunstancias los hemos hecho; ellos son parte ya de nosotros y
nos han dado un modo de ver el mundo. Sin Carlota, nunca lo hubiese
entendido.
Mitzi Fernanda Alcalá Morales.


Elegimos párrafos de varios capítulos. Viviana, uno del primero, Mitzi también, Malena uno del capítulo X, Vicky del XXI. Leemos. Al final cada uno comenta su lectura. Les propongo hacer un ejercicio teatral por cada capítulo leído. Viviana llega tarde y me regaña. Establecemos un orden de participación y poco a poco vamos encontrando más elementos para la creación. Monny es la última en mostrar su ejercicio. Parece muy concentrada cuando inicia, después le viene una risa incontrolable. Todos reímos y escribo. Escribo las primeras escenas.
En adelante el ensayo, la experiencia, el intercambio se van tornando entrañables. Lo que cada uno aporta es tomado en cuenta en este proceso creativo; es la gestación de una aventura artística. Al respecto los involucrados opinamos: 


La experiencia es llenadora, genial cuando tu trabajo se crea de la
nada y llega a algo así. Temo no poner la víscera en el escenario,
aunque no me gusta mucho usar el análisis.
José Carlos Barrioz Osorio.

Genial y enriquecedora. Hemos estado en este proyecto desde el
principio y he aprendido mucho en todo el proceso.
Me permite expresarme de la forma en la que más me gusta: en el
escenario.

Gustavo E. Castellanos Ibarra.

Definitivamente lo que más me gusta de “Las Carlotas” es que me
hace sentir artista en proceso, siento que crear es la misión de un
artista y nada me hace más feliz que poder decir que lo que hacemos
todos en teatro es arte.

Mitzi Fernanda Alcalá Morales.

Es un proceso largo, en el que al principio pensé que era sentir al
personaje, y comprendo que no, sino hacer sentir al personaje. Lo
que más me ha gustado es que todos hemos contribuido desde su
creación hasta su reproducción, es teatro "hecho en casa". Es y será
una de mis mejores experiencias. Hace un año que empecé y fue en
un escenario. Ahora estamos en un proyecto que trascenderá. Dar
todo, eso es lo que necesita Carlotas para que sea un éxito, no somos 
unos expertos pero creo que con disciplina y corazón esto será un
éxito.

María Elena Villegas Martínez.

Desde principio a fin con periodos de ausencia, ha sido una
experiencia renovadora, excitante, enriquecedora, hermosa; aparte
de la disposición las nuevas amistades, las amistades reforzadas,
la unión de Arena. Cuando algo está por atascarse, siempre hemos
podido salir adelante, como grupo y como personas, porque realmente
creo que cada uno de nosotros ha crecido y aprendido de los demás,
especialmente de nuestro director. El hecho se salir adelante siempre,
no me deja duda que nuestro trabajo es merecedor y nuestra amistad
trascendente.

Lyzda Estrada Lagunas.

Podría decir tantas cosas. Me ha salvado en muchas ocasiones de
mis propios demonios. Es algo muy gratificante, es algo realmente
especial y asombroso. Lo que realmente me encanta es la evolución
que hemos tenido todos…y sí, es un hecho que nos falta pulir y
perfeccionar muchas cosas, pero creo que todos hemos logrado
desprendernos por un rato de lo que somos y nos hemos entregado
a nuestros personajes.... Este proyecto ha marcado una etapa
importantísima en mi vida y además marcará el fin de un ciclo,
marcará el fin de la prepa, es la culminación de algo muy especial
que inició hace tres años y que cierra con algo tan bello: “Las
Carlotas”, y me encanta. Estoy muy orgullosa y feliz de pertenecer
a este proyecto y formar parte de este grupo, porque he conocido
personas maravillosas, muy especiales, súper talentosas, personas
que de forma inesperada se convirtieron en imposibles de olvidar, y
que puedo decir con toda la honestidad que me permite el corazón,
personas que he llegado a querer muchísimo, que además se han
arraigado en mi vida de una forma increíble e insuperable. En este
proyecto he tenido la oportunidad de conocerlos a ustedes y quiero
decirles que los amo a todos y cada uno de ustedes, creo que no
cambiaría nada, y sí, en ocasiones nos hace falta el compromiso pero
creo que le hemos puesto pasión a esto que nos encanta hacer.

Me siento realmente dichosa de ver el resultado de la creatividad de
un todo, es magnífico el poder crear y es fantástico el hecho de que
hayamos tenido la oportunidad de lograrlo, de hacernos dueños, de
compaginarnos, de enriquecer y de formar este proyecto, es mágico el
hecho de que en esta obra se encuentre la esencia de cada uno de los
que la integramos.

Jessica Edith Aragón Martínez.


Algo que no ha faltado desde el primer día es el entusiasmo por parte de los actores y mío. Poco a poco hemos estado “enamorando” a todo aquel que se deja. Raudel Méndez y Raúl Herrera han defendido la obra y ya son parte vital de la misma. El maestro Luis Olmos, (después del susto que nos provocó al evaluar al taller), ha dado la venia para su representación al público de Oaxaca.

El espacio está listo. El escenario, los técnicos de iluminación y audio, la tramoya, la taquilla, los carteles, los boletos que ya andan en circulación, los muros, tanto los de ladrillo y piedra, como los virtuales se encuentran con la imagen de Las Carlotas. La fecha que se acerca, el estreno inminente, los ensayos que corren, la música y los cantos que acompañan la puesta en escena de dejan escuchar en cada ensayo, el vestuario y utilería; todo ya está dispuesto para el estreno.

La proximidad del estreno es parecido a como se siente antes de una
operación.
José Carlos Barrioz Osorio.

Siento algo de nervios y emoción. Va a ser algo que siempre recuerde.

Monny Ruiz Bravo Ambrosio.

Estreno mundial ¡¡Mmmh!! Ansiedad, sorpresa, alegría, ánimo, miedo,
incredulidad emocional, nervios, gusto, impaciencia... ¡Uff! no acabaría
solo sé que es algo que no me gustaría perderme por nada.

Mitzi Fernanda Alcalá Morales.

La verdad, cada vez que se acerca el estreno me da un retorcijón en el
estómago. Si sé que es un estreno mundial, por eso lo del retorcijón.

María Elena Villegas Martínez.

Es excitante, emocionante, un nudo en el estomago… ganas de que
ya sea.

Lyzda Estrada Lagunas.

Siento nervios pero es maravilloso, me siento ansiosa, orgullosa,
horrorosamente contenta, estoy muy agradecida por ser parte de esto,
es algo que trascenderá en mi vida y que espero trascienda en las
vidas de todos nosotros…sé que lo que viene nos estresará a todos
pero el resultado será grandioso....

Jessica Edith Aragón Martínez.

Llevamos meses trabajando en "Las Carlotas". Es verdad que en este tiempo ha habido cambios, personajes que van y vienen; que desaparece uno y aparece otra, que si tiene o no lógica una escena o todas, en fin. Lo que no puedo negar es que ha sido un proceso interesante y divertido. Al comenzar un semestre se inicia también un nuevo reto en la vida educativa de todos. Estamos conscientes que en las manos de cada uno de nosotros está el éxito o el fracaso en las actividades académicas y de este éxito, depende también nuestro proyecto y que sigamos juntos. Las jornadas han sido largas, pero muy productivas. Podemos decir que la nuestra, es una clase-laboratorio, porque hemos sido nosotros quienes hemos creado esta obra desde casi nada. Estoy muy contento y agradecido con todos, porque puedo decir que ya somos un grupo, un equipo unido que compartimos la misma locura; compartimos un objetivo y que luchamos para que no se nos acaben los sueños. A pesar de las “desmañanadas”, desveladas trabajando en el texto, editando fotos, enviando información por correo electrónico, etc., creo que ha valido la pena. Me disculpo por llegar tarde a veces, pero también me vence el sueño. Estoy seguro que con nuestro esfuerzo esta será la mejor obra que se haya presentado en la escuela y en Oaxaca. Gracias a los que estuvieron y que por alguna cosa rara no estarán en escena, pero siguen siendo parte importante en este sueño. Gracias a los que se fueron integrando poco a poco.
Gracias a los que siempre han estado incondicionalmente, a los nuevos, a los que se fueron y regresaron, a los viejos y los que llegarán. Ya todos hemos dejado el alma. Si algo más puedo pedir es que Trabajemos muy duro y sorprendamos al público. Gracias Monny y Gus por esa escena que casi nos hace llorar. Gracias Lyz por haber propiciado juntos esto. Gracias Male por tu intensidad, gracias Sam, Vicky, Quique por su paciencia, gracias Barrioz por ese personaje que a cada momento se va haciendo más real, gracias Vivi por no gritarme, por volver y por esperar a tu escena, gracias Mitzi por regresar y crear ese personaje tan lindo, gracias Jessy por aparecer mágicamente un personaje que ni yo mismo sabía hacia donde conducir, a Gaby, Chely, Abril, Isaac, Leo, Toño por su apoyo. Gracias, Universidad La Salle,
Oaxaca. Gracias a todos por su confianza, su talento y su cariño.

Joaquín Maldonado Bolaños.


viernes, 16 de abril de 2010

Sahar Khalifeh (Palestina 1941)

Vio la luz en la tierra prometida, en la región ampliamente disputada a través de cientos de años. Los regímenes se vuelcan dolorosamente cada cuando para ocupar las libertades y las conciencias. Es por eso que duele un poco más la poesía vertida desde las guerras, desde el vestigio estridente de los misiles.
¿Vale la pena escribir?
¿Por qué no?

Cactus. (fragmento)

" ¿Por qué nos duelen las canciones heridas? ¿Por qué somos un pueblo romántico? No, él no era romántico. Había dejado de serlo. O eso había llegado a creer. ¿Cómo había llegado a éste punto? Entrenamiento, disparos, serpenteo cuerpo a tierra, tensión del vientre… Y el hombre deja de ser romántico, en sus actos y en su lógica. Los sueños individuales se desvanecen, y el individuo se convierte en una bala del arsenal. Quizás la experiencia lo perfeccione y se convierta en un misil. Un misil dirigido. Esta es la lógica. Dijeron muchas cosas, dijimos muchas cosas. Cosas lógicas, ecuaciones históricas que se imponen a la existencia del individuo y éste se convierte en el número de la ecuación. Número. Números. Se conforma la ecuación de manera científica, realista, palpable. Y el romanticismo fenece. Mueren los sueños sensibles, muere la poesía. " epdlp

martes, 23 de marzo de 2010

¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?

Me dijiste que las flores que te envié parecían cardamomo. Eso me provocó una terrible tecamaprosis en el yagrefito paralelo; es más, mi madre tuvo que desorgetarme dos veces la coralema y mis pantergas se hicieron chiquitas. Ahora ya no te envío, sino mis más sinceras y desagrestadas carbolescencias.

lunes, 8 de marzo de 2010

A propósito del día de la mujer...

Ahora que me encuentro solo en mi habitación, deseo tanto la noche. Que sea larga. Que no termine. Que me abrace incansablemente.
Que me hable y me arrulle con la voz de mi madre.
Que me aliente a avanzar con la autoridad de mi hermana.
Que me cobije como mis abuelas y me convenza que no hay brujas en la cocina.
Que cuente mis errores y me perdone con un beso como lo hacía la mujer que he amado y se ha marchado.
Que me conduzca por el sendero del arte y la belleza como lo han hecho mis maestras.
Que me haga sentir el más grande de los hombres con sólo abrir los ojos como mis hijas.
Que diga mi nombre.
Quiero que la noche y la luna sean las mensajeras del Dios de lo fecundo para que mis letras viajen por el tiempo, toquen a cada ser vivo y el amor se renueve, renazca.
Persigo que el mundo vuelva la vista hacia el vientre de la creación.
Ambiciono ver el planeta generoso que conocí cuando niño.
El renacimiento se gesta en las virtudes femeninas del universo y ello lo celebro recalcitrantemente, porque por ellas vivo, respiro y escribo. Por las mujeres que me han formado y me han hecho hombre. Por la fortaleza de su espíritu que engrandece a nuestra especie, por tener nombre de mujer.

Joaquín Maldonado.

domingo, 7 de marzo de 2010

Aprendiz

   

     Había una vez, en un lugar muy parecido a este, un niño que solía evitar todo contacto con otros. Le gustaba mucho jugar, pero no era muy diestro con los juegos comunes. Las canicas escapaban de sus manos e iban a parar a los bolsillos de los otros chicos de la cuadra como si fuera una maldición. El trompo solo bailaba cuando estaba en manos ajenas, nunca en las suyas. La bicicleta estaba prohibida por el lugar en el que pululaban los peligros: autos en veloz carrera para llegar al mercado central, autobuses fieros que rondaban hambrientos de niños inocentes, el tan famoso “Robachicos” que se escondía detrás de cada semáforo con su costal interminable y desconsolador. Era como si todo juguete se negara a tomar su esencia ante la mirada temerosa y ufana de aquel pequeño inútil de recreos.

     Rondaba siempre, en cada vacación en casa de su abuela la aristócrata. Sus finos modales y su buen decir lo agobiaba. Él prefería a su abuela contadora de historias, pero estaba lejos. Decenas de cientos de kilómetros, justo del otro lado del telón vivía la abuela parlanchina entre calles empedradas y árboles que se peinaban con copete. Aun así, la aristócrata tenía cierto encanto. Por la mañana se levantaban a caminar justo después que las campanas de la basílica tocaban su matinal concierto. Caminaban por las calles que después se convertían en veredas. Caminaban. Avanzaban. Ella le enseñaba cosas que él no recordaría jamás, salvo cuando se ponía a caminar sin rumbo, ya entrado en años. Después del recorrido, volvían a casa. Ella entraba a su santuario. Él, siempre en silencio, atisbaba, entre cortinas los juegos de los demás niños del callejón. Así pasaba el mediodía, después llegaba la tarde. Luego la noche. La televisión tomaba importancia a la hora de la siesta de la refinada abuela. Un canal ofrecía películas, antiguas como las muñecas de porcelana que adornaban la sala y las estancias personales. Otro canal decía cosas, muchas cosas. De pronto, al cambiar de canal, aparecía una mujer madura, vestida de azul, sentada en un taburete imaginario y contaba historias, leyendas, cuentos y le recordó a la abuela platicadora. El programa seguía e iban y venían los cuentos. Pasaban personajes, escenarios coloridos y eso le reconfortaba al niño inútil de los juegos.

     Un día conoció uno de esos escenarios en vivo. En una de tantas caminatas que hacían él y la abuela bien educada pasaron por un recinto majestuoso. Lleno de luz y belleza.
–Es un teatro- dijo la abuela.
-¿Qué es eso?- preguntó el crío.
–Un lugar donde hay magia y belleza, música y bailes encantadores. Donde se cuentan historias de todas las épocas, de países exóticos y desencantados- respondió la conocedora señora.
– ¿Podemos entrar a ver eso que dices? Preguntó con sus ojos pequeños engrandecidos por el deseo.      La abuela, (con esas decisiones extrañas que toman a veces) tomó su mano y compró un par de entradas para una función de teatro. El niño se refugió detrás de la abuela, pues el taquillero se parecía mucho al protagonista de sus pesadillas. A pesar del terrible encuentro entraron. El lugar era justo como en las películas. Un salón enorme, en semicírculo. Justo arriba de ellos cuelga un candelabro gigantesco. Digno de un salón imperial. Se sientan. Frente a ellos hay un enorme dibujo del monte Parnaso. Alrededor del candelabro hay muchas figuras de personajes que, él imagina, deben ser muy importantes. Hay una voz que dice al fin “tercera llamada”. Las luces se apagan y se escucha la orquesta. Empieza la función. Él niño nunca parpadea. No respira. No se mueve. Se queda congelado en el tiempo.




                                                 El veneno del teatro había surtido efecto.




     Una vez, él, ya convertido en chico mayor se encontró con una abnegada y culta maestra de teatro. Era muy parecida a su abuela Cuentacuentos con un toque aristocrático como el que tenía su abuela de la vacación. Le enseñó a amar el teatro, a vivirlo, transmitirlo y sangrarlo en el sentido poético.      Con esa energía que la caracterizaba, ya montaba una obra, ya otra y otra y otra… no parecía haber fin. Pasaba Shakespeare, Moliere, García Lorca, Carballido, Cervantes; uno a uno iba tomando rumbo y volvía a vivir en cada representación. La entrañable Lola se convertía en maestra y después en madre, la madre artística de aquel chiquillo que alguna vez quedó congelado de la mano de su abuela. La mujer que le enseñó a enfrentar la realidad con la ficción. El veneno del teatro seguía corriendo por las venas de aquel aprendiz.




-----Lo sigue haciendo y por el teatro vuelvo a latir. Vuelvo a congelarme en el tiempo. Vuelvo a respirar con el ímpetu que da el amor a la vida. Mi corazón, mi alma se vierte cada vez que la orquesta toca la obertura... cuando abre el…

                                                                                                          Telón.